lunes, julio 13, 2009

FIREBALL



Tailandia, 2008


Dirigida por Thanakorn Pongsuwan


Cinta de acción que mezcla el cine de artes marciales con el basketball, en una versión ruda y sucia, cruel y salvaje, que nos lleva a los bajos fondos de una subcultura que mata por dinero en un campo creado especialmente para masacres sin sentido, en donde los gangster locales apuestan grandes sumas de dinero en una oda al salvajismo y a la demencia.

Desde esta concepción de este "deporte", tenemos a un joven que se encontraba en la carcel y que es, salvado por su hermano gemelo quien consigue el dinero jugando al Fireball para sacarlo de la carcel, pero se queda paralitico y hemiplegico en el intento.

Salido de la carcel su hermano, toma la posta en su lugar en el Fireball y decide vengarse de los que dejaron a su hermano medio muerto, enfrascandose en un sinnumero de combates tras un balon en donde las artes marciales y la violencia no tienen limite, mostrandonos unas escenas de acción impresionantes y espectaculares, dejandonos con el sabor de una esperada secuela.

Ojo, no estamos ante una gran pelicula pero si ante un poderoso vehiculo de acción con una dirección interesante y adrenalitica que no deja paso al respiro, estamos ante una cinta que además de original tiene excelente manejo de las peleas y de los combates y en los que sus personajes derrochan carisma y violencia extrema.



Fireball, quizas es la mejor cinta de acción thailandesa del 2008, llena de violencia, dura, apocaliptica y que deja abierta la posibilidad de una secuela, con escenas de acción que rememoran lo mejor del muay thay y mucha acción callejera, en donde los equipos son maquinas asesinas en pos de un balón y que nos hace vibrar con sus peleas demasiados bien logradas aunque como historia sin estar mal, pudiese haber estado mejor y si hubiese sido el caso, estariamos ante una gran pelicula de acción.

Fireball, es quizas la apuesta a un cine de gratuita violencia, hecha mas con corazón que con arte, pero eso si tiene la adrenalina suficiente para no dejarnos pararnos del asiento, en especial esa genial batalla final, tan estupenda en acción marcial como en testosterona.

Chowfanmometro: 7.5/10

1 comentario:

  1. Para mí, una película fácilmente olvidable.
    No le llega ni de lejos a la suela de los zapatos de otras producciones thailandesas como Ong-Bak o Born to fight.

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