miércoles, febrero 10, 2010

TOKYO SONATA



Japon, 2008

Dirigida por Kiyoshi Kurosawa

Una de las mejores peliculas japonesas del 2008 según los entendidos, es el cambio de genero de uno de los directores de cine de terror japones mas inteligentes y brillantes de los últimos tiempos y que, con esta cinta que en realidad es un drama, de alguna manera experimenta con miedos mas reales desde la base de una familia que se desmorona desde que el patriarca de la misma pierde su trabajo.

Kurosawa siempre ha transmitido su forma de enfocar los miedos de toda una sociedad a través de historias aparentemente de terror, en donde la soledad, la inclusión, el desamor son los instrumentos que utliza para cuestionar a una sociedad que se desliga de los problemas minimos que atacan no solo a la juventud sino a los nucleos familiares que son la base de la sociedad japonesa.

Tokyo Sonata nos pone en el centro de una familia de clase media aparentemente normal en plena sociedad japonesa, en donde el padre (Teruyuki Kagawa) tiene una posición estable en una empresa y mantiene a su esposa y dos hijos, sin embargo, la perdida intempestiva del trabajo del padre es el detonante para que, tanto su mujer y sus hijos tengan la capacidad de expresar sus emociones, desenfundar sus secretos y avivar sus frustraciones, cuando la autoridad del padre se desplome al quedarse sin trabajo e intentar ocultarlo como si nada pasara.

Kurosawa, se mueve con estilo al presentarnos todo un retrato de la sociedad japonesa en la actualidad, las escenas del paro laboral y como los desempleados se sienten avergonzados con su situación frente a la hipocrecia de mantener un status, como ponerse terno y cargar un maletin y comer en los comedores populares o hacerse fingir llamadas de trabajo, cuando todos los que estan en ese paro no tienen empleo. Un ejercicio sarcastico increible.

Si a esto se le suma una esposa sumisa e insatisfecha por su vida casi nula de emociones , un hijo que anda perdido en el mundo y que decide encontrar su lugar en el ejercito americano en plena guerra del golfo y, el último, un niño que dice las cosas de frente con una madurez sensata es un prodigio del piano que quiere estudiar musica en contra de lo que quiere su padre, esta familia pasa a desmoronarse en una anarquia de sentimientos y desencuentros que, hablan de una disfuncionalidad tan cercana y recurrente en todos los circulos familiares que de por si, espanta y atemoriza a la vez que golpea al ser narrada con tanta naturalidad y sin ninguna exigencia de valor que nos lleve a algun punto de vista sesgado. Eso hace el trabajo de Kurosawa muy interesante.


Tokyo Sonata es una cinta muy pausada, que debe verse con mucha autoreflexión porque nos muestra problemas tan simples y tan comunes que pueden desmoronar todo un status quo preconcebido como el de "una familia normal" que por la falta de comunicación, brechas generacionales, formas de pensar extrañas o antiguas, insatisfacción conyugal, entre otros, pueden acabar con las familias y ese, es el miedo que nos quiere dejar Kurosawa como para que, entendamos que andamos mal y que puede haber, un segundo comienzo.

Un retrato familiar que a lo largo de la cinta se va decolorando hacia un gris incierto a base de secretos, recelos y falcedades de sus miembros, partiendo de la ironia y la critica social se construye aparte de una lección de cine, un manual de como no llevar adelante una familia, disfrazada de normalidad en donde los silencios y la autoridad excesiva cuesta caro, mas en la sociedad japonesa, sin que por ello no pueda aplicarse a todos los nucleos familiares.

Kurosawa tambien nos presenta a los niños y jovenes japoneses que no pueden liberarse de los yugos familiares y de la autoridad paterna desmedida, los dos hijos de esta familia, buscan sus sueños con ideales nada desdeñables como son la paz (a través de la guerra) y el camino del arte pero que se enfrentan a la imagen de un padre sobreprotector pero a la vez tirano que se asemeja a la sociedad japonesa, demasiado cerrada y poco reflexiva, Kurosawa invita a los jovenes a rebelarse a encontrar su camino y lo hace poeticamente, como en la escena donde al menor de ellos lo encierran en un calabozo en una comisaria con muchos niños, atrapados por fugarse de casa, una carcel que simboliza su incapacidad de rebelarse al sistema. Magnifica ironia.

Con serias influencias al cine de Woody Allen, Kurosawa entre el drama y la comedia ironica, nos transporta al universo de una familia incapaz de transgredir los parametros impuestos no solo por un padre atrapado en su intolerancia, sino por toda una cadena de reglas sociales que impone una sociedad como la nipona.

Un ejemplo de buen cine, de critica social y de sapiencia al contar historias minimas.Kurosawa, se expande y se transforma, ahora traslada sus miedos al mundo real, ya no hay fantasmas ni virus informaticos, ahora sacude a la base de la sociedad misma, riendose de ella en la cara misma y dandonos donde mas nos duele, a la vez que nos da una esperanza con ese final magistral y emocionalmente gratificante. Impresionante.

Chowfanmometro: 09/10

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